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    A Fernando

    Texto: Juan M. Olmedo Alfaro

     

                                  ¿Estáis puestos? ... El llamador ha sonado la primera vez. El lo toma en su mano con la mayor de sus fuerzas. Se ha incorporado ayudado por sus fieles amigos, Luis, Paco, o Kiko le sujetan del otro brazo. El capataz saca fuerza de su corazón para decir a los suyos"... muchachos esta levantá va por "Fernandi el del central" y desde la última a la primera trabajadera se escucha un murmullo que conforman una oración" ¡ va por él ¡ va por él ¡ va por él !... ¡al cielo ¡ ...y Fernando deja caer con tremenda ilusión el llamador, cuyo golpeo lleva el paso a lo más alto que cada corazón costalero ha podido.

                Al tiempo, su rostro se ilumina de felicidad, su cuerpo se llena de fuerza para abandonar unos minutos esa silla de ruedas y adquirir coraje, voluntad y constancia para seguir cada año aferrado a los inolvidables momentos que vive cada Semana Santa. Cada paso de Cristo o palio, repite este ritual año tras año por cualquier calle de nuestro pueblo y nosotros estamos llamados a descubrir desde ese gesto la grandeza de pequeños detalles que son los que realmente engrandecen estos días y a los que estamos llamados a responder ante la cantidad de personas que necesi­tan de ayuda, de amistad, de amor a nuestro lado. Que es sino el Jueves Santo, el día de la caridad fraterna.

     

             A Fernando lo veo muchos tardes sentado, junto a su padre, en esa Plaza lugar de conversación y entretenimiento para él junto a sus amigos de la barbería o del cuartelillo o cuando vuelve a casa, en el negocio de su hermano donde le gusta llegar porque sabe que siempre encuentra allí un saludo afectuo­so, un apretón de manos, una broma, un rati­to de conversación. Su charla gira siempre en torno a la Semana Santa y sobre todo a su Hermandad de Vera-Cruz, los Dolores y a San José. Le gusta llevar la Cruz de Guía de esta procesión. No sabe que se convierte en mi cruz de guía para animarme a seguir con ciertas actividades que uno no sabe porque sigue realizando cuando encuentras adversidades. Hoy se lo quería decir a él, a su familia, a sus amigos, y a muchos cofrades que deben tener a Fernando como ejemplo.

     

    Texto: Juan María Olmedo Alfaro

      REVISTA EL ESTANDARTE Nº 11 LA PUEBLA DE CAZALLA  2005